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SuscríbeteEl vicario general reconoce la lucha feminista, pero desaprueba los daños a monumentos históricos
Tras las marchas del 8 de marzo (8M) en Querétaro, en el marco del Día Internacional de la Mujer, la Diócesis de Querétaro informó que ya fueron atendidas las pintas realizadas en los templos de San Agustín y San Francisco, con apoyo de las autoridades estatales.
El vicario general y vocero de la Diócesis, Martín Lara Becerril, señaló que si bien la iglesia es solidaria con las marchas y las peticiones de las mujeres, las acciones de protesta que afectan el patrimonio histórico no son aprobadas ni aceptadas por la sociedad en su conjunto.

“Las autoridades estatales han estado muy al pendiente de la protección de los monumentos históricos y, de manera particular, de los templos. Sin embargo, dos templos fueron afectados: el Templo de San Agustín y el Templo de San Francisco con algunas pintas. En primer lugar, queremos agradecer a las autoridades estatales por su compromiso en la protección de estos edificios, que forman parte del patrimonio de Querétaro reconocido por la UNESCO”, declaró.
El vicario afirmó que los daños fueron atendidos de manera oportuna, asegurando que la iglesia no busca confrontación con los movimientos feministas, sino que reconoce la necesidad de escuchar sus demandas. Destacó que estas manifestaciones son un grito legítimo en la lucha por la igualdad de derechos, la dignidad y el reconocimiento social de las mujeres.
Las movilizaciones del 8M en Querétaro, como en otras ciudades del país, fueron un acto de protesta y exigencia de justicia por los casos de violencia de género y feminicidios. A pesar de los daños en inmuebles históricos, colectivos feministas y participantes de la marcha reiteraron que el propósito de sus acciones no es atacar a la iglesia, sino hacer visible la indignación y la urgencia de un cambio social en favor de los derechos de las mujeres.
Por su parte, el gobierno estatal, en coordinación con la Diócesis de Querétaro, trabajó en la restauración de los inmuebles afectados y reafirmó su compromiso con la protección del patrimonio cultural de la ciudad, sin que esto implique una postura en contra de la protesta social.
El debate en torno a las manifestaciones del 8M y el daño a monumentos históricos sigue generando posturas encontradas. Mientras sectores conservadores piden respeto a los espacios religiosos y culturales, activistas recalcan que la lucha feminista no debe centrarse en el daño material, sino en la necesidad urgente de atender la violencia de género en el país.