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SuscríbeteLa iniciativa busca modificar la Ley General de Salud para proteger a la juventud de riesgos asociados a la realización de tatuajes.
Querétaro, Qro. – La Fundación “Siempre Habrá un Milagro” anunció que presentará una reforma a la Ley General de Salud con el objetivo de prohibir la realización de tatuajes y perforaciones a menores de edad. Esta propuesta fue anunciada por Esperanza Osornio, presidenta de la fundación, quien señaló que dicha reforma busca proteger la salud de los niños, niñas y jóvenes, pues los tatuajes afectan la calidad y la donación de sangre.
El propósito de la reforma es modificar el artículo 268 Bis-1 de la ley, de manera que los padres o tutores no puedan autorizar que sus hijos menores de edad se realicen tatuajes o perforaciones. Osornio destacó que uno de los principales riesgos asociados es que, una vez tatuados, los menores no podrán donar sangre durante un periodo de tiempo determinado, ya que deben esperar entre 15 y 30 días después de haberse tatuado para hacerlo.

“La preocupación es que, una vez que los jóvenes se tatúan, se les imposibilita donar sangre por un periodo prolongado. No estamos en contra de los tatuajes, lo que queremos es que se tomen medidas para proteger la salud de nuestros niños y adolescentes, especialmente en lo que respecta a la transmisión de enfermedades,” explicó Osornio.
La fundación también busca crear conciencia sobre los riesgos de infecciones por falta de higiene, ya que algunos estudios han mostrado un aumento de enfermedades transmitidas por vía sanguínea, como hepatitis y SIDA, además de afecciones dérmicas debido a la baja regulación en los estudios de tatuajes.
La propuesta pretende fomentar una reforma responsable, que no prohíba los tatuajes en su totalidad, pero que regule y limite su realización entre los menores de edad para reducir los riesgos a largo plazo. Además, la fundación busca la colaboración de los padres, quienes deberán estar involucrados en la toma de decisiones sobre la salud de sus hijos, evitando procedimientos que puedan tener consecuencias graves en el futuro.
Osornio concluyó destacando que el incremento de enfermedades vinculadas a los tatuajes no se debe subestimar, ya que, si bien un tatuaje puede parecer inofensivo, las implicaciones para la salud pueden ser serias.