El ataque, presuntamente vinculado a ajustes de cuentas entre grupos delictivos, sacude a la ciudad con un saldo trágico y un impacto económico en la zona.
El pasado 9 de noviembre, un ataque armado en el bar “Los Cantaritos”, ubicado en la ciudad de Querétaro, resultó en la muerte de 10 personas, incluyendo a dos presuntos miembros de un grupo delictivo originario de Jalisco, además de 14 heridos. Este violento suceso ha desencadenado una serie de operativos que derivaron en el cierre de 80 establecimientos y la detención de dos presuntos responsables.
El ataque ocurrió alrededor de las 21:20 horas, cuando un comando armado ingresó al bar con el objetivo de asesinar a Fernando González Núñez, alias “La Flaca”, y Jesús Alberto Arteaga Montenegro, ambos identificados como integrantes de un grupo generador de violencia en la región. Según las autoridades, el hecho está relacionado con un ajuste de cuentas entre organizaciones criminales que disputan el control territorial en Querétaro.
Desde entonces, la Fiscalía del Estado ha intensificado las investigaciones, realizando más de 14 cateos en distintos puntos de la ciudad. Hasta el momento, se han identificado a cuatro presuntos responsables, de los cuales dos continúan prófugos.
Los operativos de seguridad implementados tras el ataque incluyeron inspecciones y cierres de negocios considerados de alto riesgo, lo que ha generado un fuerte impacto económico en la ciudad, particularmente para los comerciantes locales durante la temporada alta de fin de año. Representantes del sector comercial han expresado su preocupación por las pérdidas económicas derivadas de estas medidas, que consideran necesarias pero también perjudiciales para la economía local.
Mientras tanto, las familias de las víctimas esperan justicia. Las autoridades han reiterado su compromiso de esclarecer los hechos y capturar a los responsables que aún permanecen en libertad. Asimismo, se mantienen los operativos de seguridad para prevenir futuros incidentes violentos en la región.
Este ataque ha puesto de manifiesto la creciente presencia de grupos delictivos en Querétaro y los retos que las autoridades enfrentan para garantizar la seguridad de sus habitantes. La población, por su parte, exige acciones contundentes para restablecer la paz y frenar la violencia en el estado.
El caso sigue en proceso, y las autoridades trabajan para resolver un crimen que ha conmocionado a Querétaro y ha dejado una herida profunda en la comunidad.