Protección Civil y Secretaría de Gobierno exigen garantías de seguridad en el establecimiento.
El secretario técnico de la Secretaría de Gobierno, Juan Carlos Arreguín, confirmó la clausura del restaurante Fishers el pasado 8 de noviembre, tras un accidente en el que un menor de edad sufrió una descarga eléctrica, resultando en su hospitalización. La Protección Civil del estado tomó la decisión de cerrar el lugar debido a las condiciones inseguras que se detectaron.
A pesar de contar con un visto bueno vigente de Protección Civil, emitido en febrero de 2024, el establecimiento realizó modificaciones deficientes para iluminar las fuentes, lo que habría provocado el accidente. Ahora, Fishers enfrenta una multa que podría oscilar entre los 70 mil pesos y un millón de pesos. Además, el restaurante deberá garantizar que su espacio cumple con las medidas de seguridad necesarias para reanudar operaciones.
Arreguín también se refirió a las protestas de los empleados del restaurante, quienes bloquearon la vialidad de Bernardo Quintana en demanda de la reapertura. En este sentido, afirmó:
“Los empleados no deberían manifestarse contra la autoridad, sino presionar a sus empleadores para que cumplan con las normas y ofrezcan un lugar seguro. La solución no es tomar calles, sino que los representantes legales de la empresa trabajen con Protección Civil y realicen las diligencias correspondientes para corregir las irregularidades.”
La Secretaría de Gobierno subrayó su compromiso con la seguridad de los ciudadanos y llamó a los responsables del restaurante a actuar de manera responsable para evitar riesgos futuros.