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SuscríbeteLos operativos estatales y municipales han causado el cierre de 90 establecimientos, impactando la economía de trabajadores y sus familias.
Más de 700 familias y alrededor de 5 mil personas de forma indirecta han sufrido las consecuencias económicas del cierre de 90 establecimientos en Querétaro, entre los que se encuentran bares, antros y restaurantes. De estos, 70 fueron clausurados por operativos y 20 cerraron de manera voluntaria tras el ataque ocurrido en el bar Los Cantaritos.
David Rivera, subgerente de un centro nocturno, advirtió que la situación es crítica, no solo por el impacto económico que afecta a trabajadores y empresarios, sino también por los riesgos asociados con los cambios en los horarios de operación. Según Rivera, el cierre de establecimientos a la 1:00 am podría derivar en mayores accidentes y traslados riesgosos, ya que las personas buscarían opciones más lejanas para continuar la diversión nocturna.
“El cierre no solo afecta la economía; puede provocar problemas adicionales como accidentes y un aumento en la inseguridad, ya que las personas tendrán que desplazarse a otros lugares”, comentó Rivera.
El representante del sector nocturno pidió al Gobierno del Estado una mesa de diálogo, solicitando una prórroga para reabrir los establecimientos. Además, afirmó que los propietarios están dispuestos a regularizarse y a cumplir con todas las medidas de seguridad requeridas para garantizar un funcionamiento adecuado.
El cierre masivo de estos establecimientos forma parte de una estrategia de vigilancia y control por parte de las autoridades estatales y municipales, implementada tras los eventos violentos registrados en el bar Los Cantaritos. Sin embargo, el impacto de estas medidas ha generado tensiones entre empresarios y autoridades.
El sector afectado insiste en la necesidad de encontrar una solución que permita la reactivación económica, sin poner en riesgo la seguridad pública.