En entrevista con el programa Los Periodistas, Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), reafirmó que la estrategia del nuevo gobierno en seguridad no incluirá una política de “mano dura”, pero dejó claro que tampoco permitirá la impunidad en ningún caso. Harfuch resaltó que las más de 800 detenciones efectuadas en los primeros 28 días de la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum demuestran un compromiso sólido para enfrentar la violencia de forma efectiva y sin caer en confrontaciones bélicas.
Harfuch detalló que la estrategia de seguridad federal se sostiene en cuatro ejes principales: la atención a las causas profundas de la violencia, la consolidación de la Guardia Nacional, el fortalecimiento de las capacidades de inteligencia e investigación, y la coordinación eficiente entre el Gabinete de Seguridad, la Fiscalía General de la República y las autoridades locales. En su reciente comparecencia, el secretario reiteró que esta estrategia busca pacificar al país, no iniciar una guerra contra el narcotráfico como ocurrió en administraciones pasadas.
El secretario enfatizó que la política de “mano dura” puede ser contraproducente, pues es más efectivo aplicar una “mano eficiente” que resuelva los problemas sin generar más violencia o corrupción. En este sentido, subrayó que se trata de mejorar las prácticas existentes, con una visión clara de paz y respeto a los derechos. Harfuch recordó que, aunque el país ha vivido años de violencia, especialmente de 2015 a 2018, durante el mandato del expresidente Andrés Manuel López Obrador, se logró contener esta tendencia, y ahora la meta es reducir aún más los niveles de criminalidad.
Además, el secretario abordó las críticas de la oposición hacia la política de seguridad de la administración pasada, centrada en atacar las causas de la violencia y evitar un nuevo enfrentamiento directo con los cárteles, como el que impulsó Felipe Calderón. Según Harfuch, la famosa frase “abrazos, no balazos” de López Obrador fue malinterpretada, ya que no significa una falta de acción, sino un rechazo a políticas de confrontación directa que históricamente incrementaron la violencia.
En resumen, García Harfuch destacó que la administración actual se ha comprometido no solo a reducir la violencia, sino a eliminar la impunidad, promoviendo una política de seguridad enfocada en la paz, la justicia y la protección de los ciudadanos, sin recurrir a la violencia estatal innecesaria.