En un acto de barbarie sin precedentes, Rusia ha perpetrado otro ataque terrorista contra la indefensa población civil ucraniana. La ciudad de Poltava ha sido víctima de una atrocidad que deja una cicatriz imborrable en su historia. Los informes preliminares revelan que dos misiles balísticos han impactado brutalmente en una institución educativa y en un hospital cercano, desatando un caos indescriptible.
La devastación es abrumadora: el Instituto de Comunicaciones ha sido parcialmente destruido, y numerosos ciudadanos y estudiantes permanecen atrapados bajo un manto de escombros. Los equipos de rescate, en una demostración heroica de valentía y determinación, han trabajado sin descanso para salvar vidas en medio de esta pesadilla. Sin embargo, el saldo de este ataque es sombrío: más de 200 personas heridas y una cifra confirmada de 49 víctimas fatales, cuyas vidas han sido arrebatadas de manera brutal y despiadada.
En medio de esta tragedia, nuestras condolencias más profundas y sentidas se dirigen a los familiares y seres queridos de las víctimas, que enfrentan un duelo inimaginable. El presidente de Ucrania ha solicitado una investigación exhaustiva y urgente para esclarecer todas las circunstancias de este horroroso acto de agresión.
Todos los servicios de emergencia están desplegados en la zona, trabajando incansablemente para mitigar el sufrimiento y ofrecer apoyo. Agradecemos profundamente a cada uno de los valientes rescatistas que, a pesar de la magnitud de la tragedia, se mantienen firmes en su misión de salvar vidas.
Este ataque no solo es un ataque contra la ciudad de Poltava, sino contra la humanidad misma. La comunidad internacional debe unirse para condenar enérgicamente este acto de terror y apoyar a Ucrania en su lucha por la justicia y la paz.
Según el discurso del presidente de Ucrania Volodimir Oleksándrovich Zelenski, hasta ahora, se sabe que han muerto 41 personas.