La controversia sobre la instalación de Data Centers en Querétaro ha puesto en relieve la necesidad de equilibrar el desarrollo tecnológico con la sostenibilidad ambiental. Los ambientalistas insisten en que se deben explorar alternativas más sostenibles y se deben implementar políticas que prioricen el uso responsable de los recursos naturales.
La inversión de Google es un paso crucial hacia el fortalecimiento de la infraestructura tecnológica en Querétaro. Con este Data Center, se espera que la región atraiga más empresas del sector tecnológico, consolidando así su posición en el mapa global de la innovación y la tecnología. El gobernador Mauricio Kuri destacó que este desarrollo es una señal positiva de confianza en el potencial de Querétaro y en su capacidad para albergar proyectos de gran envergadura. Sin duda, este es un momento emocionante para el estado y sus habitantes, quienes verán de primera mano los beneficios de ser parte de un hub tecnológico de primer nivel.
Sin embargo, ambientalistas de Querétaro, liderados por María de Jesús Ibarra y Pamela Siurob, han manifestado su fuerte oposición a la instalación de Data Centers en el estado. Argumentan que el alto consumo de agua de estas instalaciones agravará la crisis hídrica que enfrenta la región. Según estimaciones, un Data Center podría necesitar el equivalente a dos riegos de un campo de golf al día, lo que representa alrededor de mil 200 millones de metros cúbicos de agua diarios, dependiendo del tamaño del centro. A pesar de esto, Ibarra explicó que no hay información concreta sobre cuánto se usará ni sobre los impactos ambientales específicos en Querétaro.
Pamela Siurob y María de Jesús Ibarra aseguran que el alto consumo de agua de estos complejos agrava la crisis hídrica en la entidad, subrayando la necesidad urgente de abordar este problema con soluciones sostenibles y responsables.